miércoles, 13 de octubre de 2010


-¿Alguna vez has sentido que todo tu mundo se tambalea?-



A veces, me duele tanto el corazón que, aunque no lo vea, estoy segura de que cambia de color. Y me entran muchas ganas de llorar, porque por mucho que lo intente, por mucho que duela, aunque intente retener el aire en mis pulmones llega un momento en que tengo que dejarlo salir.

A veces, me muerde la pena. Y las cosas más importantes se vuelven absurdas. Me quedo colgando de las agujas del reloj. Suspendida en el tiempo, viendo como el mundo late. “Yo estoy allí, observo, y mi mirada atónita mantiene el mundo en movimiento”. Quien piensa que el mundo no deja de girar es que nunca ha estado realmente triste.

A veces, pienso en ti. En lo relativo de la distancia y lo amargo de los besos. En lo mucho que te quise y lo poco que hiciste por verlo. En todas las grietas que algún día tendrán que cerrarse.


A veces, solo a veces, consigo que las piezas vuelvan a encajar por un momento.

2 comentarios:

Dara dijo...

traigo grapas. para las grietas, me refiero. (a veces las tiritas no llegan)




pd: si te dejo
a mi pez azul,
¿lo cuidarás?

Anaid Sobel dijo...

Cariño, un corazón puede estar roto en mil cachitos y cambiar de color una y mil veces... y a pesar de todo ello seguir latiendo.