viernes, 29 de julio de 2011



Después de un mes entre cirujanos, he aprendido que:

- Tener problemas es tener 26 años, una leucemia mieloide aguda que te provoque una aplasia, que tu novio sea la única persona a los pies de tu cama en la UVI durante meses porque tu madre y tu hermana decidan que los problemas familiares son más importantes que tu vida haciendo malabarismos por seguir en tu cuerpo, que estando en la UVI se te perfore un asa intestinal, que se acaben las opciones, que se pierdan las esperanzas, que te den por muerta.

- Tener suerte es encontrarte con una cirujana que se arriesgue, que se salte los protocolos y apueste por intentar darte una oportunidad, por operarte en unas condiciones extremas aunque las posibilidades de éxito sean casi inexistentes.

- Un milagro, es que consiga salvarte la vida contra todo pronóstico.

- Felicidad es que un año después puedas volver por tu propio pie y una apariencia de chica de 26 años normal a darle las gracias por haber creído en ti. Por permitirte estar ahí, abrazándola entre lágrimas.

- A pesar de haber estado operando de urgencia 14 horas en quirófano, de haberle salvado la vida a un hombre, de no haber dormido en 48 horas y de no haber visto a tu familia en 3 días, no tienes derecho a darle una mala contestación a un paciente de 150 kg que ha ido a tu consulta por 1º vez hace 2 meses y te llama para poner de manifiesto lo incompetentes que sois tú y tus compañeros y para exigirte que lo operes de inmediato porque, de un día para otro, se ha dado cuenta de que esa no es forma de vivir y que es tu obligación hacer algo.

- Es injusto ver cómo una persona de 40 años con 2 niños pequeños que se está consumiendo, que se va apangado día a día por una metástasis que se va apoderando de todo su cuerpo, sólo piense en luchar por salir adelante, por vivir, y llegar a casa y ver en las noticias la muerte de 4 jóvenes de entre 19 y 22 años en un accidente de tráfico por ir haciendo una carrera con otro coche. No. Rectifico. No es injusto, es insultante.

- Un mal día es tener que operar de urgencia a un paciente al que ya has operado otras 7 veces, que lleva 9 meses ingresado, que se quiere suicidar porque sabe que su enfermedad no tiene solución y que durante 9 meses has sido la única persona con la que ha querido hablar para contarte qué le duele, qué le preocupa o cómo se siente, abrirle en quirófano y ver que tiene un fragmento de asa necrótico y que tiene dos perforaciones por las que le sale contenido intestinal, tener que cerrarlo sin poder hacer nada por él, sedarlo con morfina antes de que salga del quirófano e ir a decirle a su mujer y a su hija que el momento que llevaban meses rezando porque no llegara, ha llegado.

- En los hospitales, se aprende a relativizar las cosas.


Gracias


3 comentarios:

Anaid Sobel dijo...

Me has dejado helada con cada una de tus conclusiones... dios mío, lo que debe ser estar ahí dentro...

Daniel Fernando dijo...

Escalofríos!
No me imagino estar dentro, pero me gustaría saber que se puede sentir.
Un beso!

Raquel F. dijo...

Seguro que ha sido una experiencia increíble. Y la forma en que lo plasmas es muy buena, Cris.
Tener problemas es, efectivamente, eso.