miércoles, 2 de enero de 2013

Retazos (II)


XIV.

Un día él me preguntó: “¿Quién te ha hecho tanto daño?”
Y entonces entendí.
¿Quién puede hacerme más daño que yo?

XV.

“Haz que yo pueda. Haz que deje de doler”.
Pero no se oyó.
Pero no estaba allí.
Cuántas palabras han muerto en los huecos de tu anatomía.
¿Alguna vez llegaste a saberlo?

XVI.

Quiero morir.
Y no puedo. Y ya no.
Ya no sé. Ya no más.
Nunca más.
Quiero correr.
Y no corro.
Y no caigo del todo,
pero me arrodillo.

XVII.

“Acuéstate y duerme. Y quizás…Quizás mañana…”.
Mañana no era nunca.
Siempre era ayer.
En todas partes.
En todas las cosas.

XVIII.

Ayer eras tú.
Pero entonces no lo sabía.

XIX.

“Vive como si algún día fuésemos a morir”.
Y vivió,
como si la vida importase.
Y murió,
como si fuese su hora.
Aunque no.
Y yo escuché.
Quise morir. Quise correr.
“Ya no puedo. Ya no sé”.
Pero no se oyó.
Pero estabas justo ahí.

XX.

Huí con los ojos cerrados.
Para no mirar atrás.

XXI.

“Salvarás a mucha gente”.
Pero no a ti, porque también te fuiste.
Porque un cuerpo pesa demasiado.
Porque un corazón es demasiado frágil.
Y la verdad nos va consumiendo poco a poco.

XXII.

“Abrir los ojos un día y darte cuenta de que no has sido valiente, que no intentaste alcanzar las estrellas, te romperá el corazón”.
¿Por qué me dejaste sola?
¿Por qué tuviste que decirme la verdad?
¿Por qué no he podido sin ti?

XXIII.

“Te echo de menos”
Tengo miedo.
Otra vez.
“Déjame ayudarte”
No siento lo mismo.
“¿Qué coño quieres entonces? ¿A qué has vuelto?”
A decirte la verdad.
Sin ti, no puedo.
Sin ti, no sé.
Sin ti, duele.
Sin ti, quiero morir constantemente.
La verdad pesa demasiado.
Y yo soy muy pequeña cuando no estás.
Quiero que me rompan.
Desangrarme.
Desbordarme.
Despertar.
Pero sólo tú puedes hacerlo.
Pero sólo tú estás ahí.
Siempre.

XXIV

Te necesito.

XXV.

“El mundo en tu bolsillo. Siempre.”
La verdad acabará con lo que somos.
Porque somos lo que han hecho de nosotros.
Porque somos lo que no queremos ser.
La verdad os hará libres porque os destrozará.
Y podréis empezar de cero.

2 comentarios:

El Drac dijo...

Al leer tus versos tuve una fuerte sensación inmovilizadora.

Un gran abrazo y ¡¡FELIZ AÑO!!

dulceintroduccionalcaos dijo...

“Salvarás a mucha gente”.
Pero no a ti, porque también te fuiste.
Porque un cuerpo pesa demasiado.
Porque un corazón es demasiado frágil.
Y la verdad nos va consumiendo poco a poco.


Me encantó... :)